Columnas - Los Hechos

Campañas permitidas

  • Por: JOSE INÉS FIGUEROA VITELA
  • 21 AGOSTO 2025
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Campañas permitidas

Hay a quienes apuran la promoción política, con la intención manifiesta de sacar ventaja respecto de las aún muy lejanas sucesiones, en los cargos que van a las urnas en procesos constitucionales.

En ese destino, vale repasar algunas primicias de orden universal y otras muy específicas del aquí y ahora.

Los actuales ayuntamientos y el Congreso Local, como el Congreso de la Unión y la mismísima Presidencia de la República, no acaban de cumplir el primer año de su ejercicio; el gobierno del estado, no ha brincado la mitad del sexenio, aunque de logros hablando parezca distinto.

Ese es el primer factor que grita a los entusiasmados aspirantes ¡no son los tiempos!

Tampoco se trata de condenar al ostracismo a los actores políticos domésticos, pero los términos y alcances de su activismo en temporada están precisamente acotados, como un principio de orden y gobernabilidad.

Siempre, se limitarán, a la trascendencia del ejercicio de la responsabilidad que ahora tienen, de donde abrevarán los ciudadanos, los supremos electores, a la hora de tomar las decisiones para lo que siga.

Por añadidura, quien no quiera perder tiempo, dinero y esfuerzo en empresas sin destino, deberá contraponer sus aspiraciones, frente a los factores externos incidentes que eventualmente inhibirán o limitarán sus participaciones futuras.

Lo más comentado, ya sabe, es lo que los legisladores trataron de brincarse, pero para los efectos del partido dominante, MORENA, la Presidenta CLAUDIA SHEINBAUM orientó y los mandos acataron, en el ordenamiento interno legal: 

Nada del manejo patrimonialista de las candidaturas, con lo que se veta la herencia de los cargos entre parientes.

Ni albazos, ni piquetes de ojo, ni pellizcos de pasada, ni patadas bajo la mesa, impresos desde los orígenes del instituto político y confirmados en los procesos internos recientes, para cortar las viejas praxis del sistema caduco, que todavía muchos no entienden.

Otro elemento más externo aún, es la lupa que desde el extranjero, particularmente los Estados Unidos, mantienen sobre la clase política nacional, tratando de incidir en la política interna y usar las acusaciones, como instrumento de coerción hacia el favorecimiento de sus intereses.

¿Qué dije?

Que el partido gobernante será muy analítico e inflexible, para evitar que personajes con relaciones peligrosas, trasciendan hasta las nominaciones y eventualmente, al ejercicio del servicio público y la representación popular posterior.

Y no se referirá a quienes, los voceros de “ya saben quien”, han enderezado y enderecen después campañas de desprestigio a partir de notas falsas y hechos tergiversados.

Como tampoco eximirá a los lobos y lobas con piel de oveja asomándose a las ventanas del futuro sintiéndose invencibles e impunes.

Allá sí saben quién es quién; en su doble moral y aviesos propósitos, no pocos capos delincuenciales han trabajado a su servicio, en México y otros de regreso allá, han negociado infidencias comprobables, a cambio de impunidad.

Acá también de todo se tiene registro.

Así que quienes en el pasado sirvieron al delito y prohijaron crímenes, con todo y que después en público los hayan condenado y simulado pleitos con “los malos”, tienen vetado su futuro electoral en mayores estadios de participación.

Por sus hechos los conocemos, quienes de lejos los hemos visto.

EDWUIN TUEXI AMARO, recibió el nombramiento del Gobernador, como Autoridad de Simplificación y Digitalización en el Estado y la noticia no es la designación en sí.

Apenas hace un mes se emitió la Ley Nacional para Eliminar Trámites Burocráticos, que fija las acciones para que todos los niveles de gobierno reduzcan costos burocráticos, digitalicen sus servicios y eleven la calidad de la atención al pueblo, cuando aquí ya se está actuando en consecuencia.

La instrucción del doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, con la designación, es hacer más rápidos y fáciles los trámites en gobierno; dejar de ser requisitosos y diversificar los servicios digitales, con transparencia y eficiencia en la atención.

¿Para qué servían en el pasado sexenal reciente los instrumentos de las Tecnologías de la Información y la Comunicación?

Para el morbo, para espiar y hacer daño.

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